Esos tipos rudos!

Miami Vice llegó a las pantallas argentinas para enseñarnos cómo es la vida en los suburbios del paraíso, en síntesis, en esa especie de purgatorio que retrata Michael Mann. Pero no hay mejor compañía para recorrerlo que Sonny Crocket (Colin Farrel) y Ricardo Tubbs (Jaime Fox).

Esos muchachos sí que saben lo que hacen. Sonny es el galán –un poquito excedido de peso, pero bue- que siempre cae a los pies de la mujer equivocada. En este caso, la afortunada será Isabella, una especialista en lavado de dinero a quien la actriz china Gong Li le dio majestuosidad. A pesar de las incompatibilidades de la pareja, la historia se resuelve de una manera políticamente correcta aunque no sin conmover a algunos espectadores.

Pero el que realmente se destaca por su masculinidad y atractivo es el otro, el morochito musculoso que, hombre de una sola mujer, protege hasta las últimas consecuencias a su chica. Inteligente, recto y sensible, “Rico”, como lo llaman sus amigos, cuida a su equipo y contiene a Sonny en medio de su relación con Isabella.



Si bien son varias las historias de televisión que fueron llevadas al cine, Miami Vice cuenta con el ojo experto de Michael Mann y una abultada inversión que garantiza, por lo menos, entretenimiento. El amplio desarrollo que el director dedica a la presentación de los personajes hace que uno se pregunte por qué no hace que semejantes escenas se ensamblen con el resto de la historia. Pero las sospechas no impiden que el espectador se divierta y quede, incluso, un poquito asombrado.